Chicos de Santiago con extrañas malformaciones

Chicos de Santiago con extrañas malformaciones

Fecha de Publicación: 01/06/2009
Fuente: El Liberal
Provincia/Región: Santiago del Estero



El Gobierno Nacional puso en marcha en Bandera, departamento Belgrano, una investigación para determinar la veracidad de lo que sostiene una denuncia radicada hace meses por Víctor Krieguel, un vecino que aportó como pruebas documentación y testimonios de familiares de trabajadores rurales que sufren distintas enfermedades, o bien sus hijos nacieron con malformaciones. Todos aseguran que son causadas por los químicos que se utilizan para fumigar los campos que rodean la ciudad.
La antropóloga Leticia Lahitte estuvo en Bandera entre el miércoles y el viernes pasados, enviada por la Comisión de Investigación sobre el Uso de Agroquímicos, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. Allí se entrevistó con autoridades municipales, sanitarias, vecinos y otros sectores involucrados en lo que fue presentada como una vieja problemática que se repite en distintos lugares del país donde la soja tiene marcada presencia, al igual que los potentes insecticidas y herbicidas utilizados para el cultivo.
Pero en Bandera nadie habla en contra de la siembra del grano como una amenaza para la población, más bien plantea el riesgo que corren quienes deben estar en contacto diario con las sustancias que se utilizan para eliminar plagas, tanto animales como vegetales.
“No queremos que dejen de sembrar soja, lo que se pide es la creación de una zona de interfase, que proteja al pueblo de los químicos y que se respete la ley que habla de una zona libre de fumigación, de un kilómetro y medio alrededor de la zona urbanizada. También queremos que se prohíba el paso por la ciudad de máquinas fumigadoras y la existencia de depósitos de estas sustancias que son muy nocivas para la salud de la gente”, reclamó Krieguel en una entrevista con EL LIBERAL.
Leticia Lahitte vino al sur santiagueño precisamente en respuesta al alerta del denunciante, el único de toda la provincia que llamó al 0800 que habilitó la comisión investigadora para que la gente radique denuncias sobre este tipo de amenazas.
Fue así que se arregló una serie de entrevistas en un hotel de Bandera, donde la antropóloga recibió durante la siesta del jueves a una decena de familiares de personas que aseguran ser víctimas del uso desmedido de los agroquímicos.
Fueron entrando por grupos, porque las madres con sus hijos desbordaban el pequeño salón habilitado para la reunión. Fueron casi dos horas de escuchar historias de vecinos de distintos sectores periféricos de la ciudad donde apenas una calle de tierra separa las viviendas de la zona cultivada donde en temporada alta se fumiga casi a diario.
Luego, en diálogo con EL LIBERAL, Lahitte reconoció que la comisión no tiene poder de policía ni facultades para promover acciones legales en contra de quienes serían responsables de la desgracia de las familias cuyos hijos nacieron con malformaciones o padecen algún tipo de cáncer. No hace más que acopiar información y elaborar informes que pasan a manos de funcionarios de más alto rango, quienes deciden qué hacer.
“La comisión define las estrategias a seguir, las que son consensuadas para determinadas situaciones, a partir del asesoramiento de técnicos y de funcionarios de las áreas del Ministerio de Salud”, explicó. Aunque remarcó que a partir de la información recogida se podrá “trabajar de manera más articulada con los gobiernos locales para que adopten las medidas necesarias”.
De todas formas, su visita a Bandera le permitió comprobar la existencia de silos y depósitos de agroquímicos cerca o dentro de la ciudad; también que muchas familias no asumen el peligro que representan los plaguicidas porque utilizan los envases para almacenar agua de lluvia que recogen de los techos y que utilizan para beber y cocinar, agravado esto porque en las chapas quedan impregnados restos de plaguicidas rociados por avionetas sobre los campos aledaños.
Durante los tres días que estuvo en Bandera, la investigadora se pudo entrevistar con el intendente Oscar Gorosito, quien –según afirmó- “tiene más cosas en común que diferencias” con las personas que piden un mayor control al uso de los agroquímicos. Pese a que precisamente las autoridades municipales están entre las más comprometidas en la denuncia de Krieguel, quien se queja por la inacción del municipio para resguardar la salud de la población, fijando un cordón protector alrededor de la zona urbanizada, donde no se permita fumigar.

La Rural dice: “No es tan grave”, pero propone medidas
Omar Chiatti es presidente de la Sociedad Rural de Bandera y, si bien intenta restar seriedad a las denuncias de personas que aseguran haber sufrido los efectos de los agroquímicos, reconoce que muchos productores de la zona no respetan las normas mínimas para proteger a la población de los efectos nocivos de los plaguicidas.
La enviada de la Nación tenía previsto entrevistarse también con los representantes de esta institución antes de regresar a Capital Federal, pero eso no ocurrió.
No obstante, el dirigente expresó a EL LIBERAL la postura de la Rural sobre un tema que ya es viejo para los asociados pero que “por falta de decisiones firmes” nunca se pudo avanzar.
Coincide en la necesidad de reunir a todas las partes y buscar puntos de coincidencias para adoptar medidas para reducir la amenaza de los plaguicidas sobre la población. Es más, ofrece las instalaciones de la Rural para hacerlo.
“Hay que reunirse las entidades, los vecinos que denuncian y los que forman parte del sistema, para ponernos de acuerdo para tomar medidas, como por ejemplo no dejar ingresar a la ciudad los equipos fumigadores sucios y tomar distancia prudencial del pueblo para aplicar los productos que son autorizados por ingenieros bajo receta”, dijo.
También dijo que es factible una salida diplomática para crear una zona de protección, que mantenga a la ciudad alejada de las nubes de agroquímicos que son regados con máquinas terrestres y aéreas.
“No son muchos los linderos al pueblo que tienen campos, ni las empresas que fumigan y que entran al pueblo”, aseguró.
Dijo además que “la institución colabora con la municipalidad y las instituciones que quieren que se erradiquen del pueblo los equipos de fumigaciones, y prueba de ello es que se ofreció tras instalaciones de la Rural para que los propietarios de los campos linderos se reúnan, que serán no más de diez, para ver que en esos campos se fumigue con recetas de ingenieros y que no afecten a la población”.

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