Condena ejemplar a tres cazadores

Condena ejemplar a tres cazadores de animales en peligro de extinción

Fecha de Publicación: 16/06/2009
Fuente: Los Andes (Mendoza)
Provincia/Región: Mendoza



En motos, perseguían y mataban a ñandúes. Les dieron tres años de prisión en suspenso y fueron inhabilitados por 3 años y medio para la práctica de la cacería y para conducir cualquier tipo de moto.
Cuando un cazador furtivo es encontrado in fraganti por los guardaparques o el personal de la dirección de Recursos Naturales Renovables, debe entregar las piezas, y las armas si no están en regla o registradas, o carecen de la documentación habilitante. Más tarde debe, además, pagar una multa.
Pero cuando se trata de animales en peligro de extinción, es época de veda, en un área protegida, se suma que la forma de matar a los mismos es con cierta perversidad, y que huye ante la presencia de la autoridad, todo se agrava y la causa llega a la Justicia.
Este es el caso de tres cazadores sanrafaelinos, mayores de edad y con domicilios en los distritos de Cuadro Nacional y El Cerrito, que a raíz de esos hechos fueron condenados en un juicio abreviado a un año y diez meses de prisión en suspenso, además de tres años y medio de inhabilitación especial para la práctica de la caza en todas sus especialidades, y a la pena de tres años y seis meses de inhabilitación para la conducción de motos deportivas, cross, enduro carrera, triciclos y cuatriciclos, más costas por la sentencia condenatoria.
Y si bien la legislación nacional considera delito la caza furtiva y se prevén penas de prisión de tres meses a tres años, no es común que los cazadores reciban este tipo de sentencia.
El hecho sucedió el 25 de marzo de 2007, en la zona de El Nevado, ya en el departamento de Malargüe. Un puestero alertó a los guardaparques de la presencia de cazadores en una región donde abundan los ñandúes, los guanacos, los piches, todas especies protegidas por encontrarse en riesgo de extinción.
Al hombre lo sorprendió la técnica empleada por los cazadores, quienes perseguían en motos a los animales y una vez encerrados o sometidos los mataban. Incluso el puestero relató que mataron a cuatro de un grupo de seis choiques que solían acercarse a su casa y su familia, por lo que no tenían temor a las personas.
Al llegar al lugar la gente de Recursos Naturales los cazadores que iban a bordo de motos huyeron, pero fueron perseguidos por la camioneta de Recursos con los dos guardaparques. Más tarde, los encontraron subiendo las motos a una camioneta, se trataba de tres hombres mayores y un menor.
Al regresar al lugar donde los habían hallado en forma inicial los guardaparques encontraron seis ejemplares de choique, eviscerados y siete piches, además de un fogón donde se estaba asando carne de choique.

Caza depredatoria agravada
Según precisaron los guardaparques Jorge Bassotti y Leonardo Orozco, tras darse a la fuga los cazadores fueron alcanzados en la ruta 180, a 700 metros al sur de la estancia San Pablo. Tenían en su poder cuchillos con manchas de sangre, al igual que en sus ropas.
Durante el juicio abreviado -sin debate oral- los cazadores admitieron su responsabilidad, por eso el juez correccional Ariel Hernández los condenó por la infracción a la Ley 22421 de conservación de fauna, considerando el caso como caza depredatoria agravada por la forma en que persiguieron a los animales utilizando las motos, y la cantidad de ejemplares que cazaron.
El fallo podría ser ejemplificador ya que es común la presencia de cazadores furtivos que se contraponen con la labor de los guardaparques para preservar la flora y la fauna. Incluso, con sus cuidados, el personal de Recursos Naturales ha logrado que regresen algunas especies a sitios que abandonaron hace años por la caza indiscriminada.

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