El hombre causa el 95 por ciento de los incendios

El hombre causa el 95 por ciento de los incendios

Fecha de Publicación: 06/08/2009
Fuente: El Tribuno
Provincia/Región: Salta



En la Capital, el fuego ya arrasó con 400 ha, pero aún falta que pasen los meses más ignífugos: agosto y septiembre.
Sin alcanzar las grandes proporciones de los incendios que suelen azotar el sur de Argentina, Salta presenta un importante número de tierras que, cada año, son devoradas por el fuego.
De acuerdo a un informe de la Dirección de Bosques y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, 27.391 hectáreas salteñas fueron incendiadas en poco más de 900 focos. De ese total, 4.428 pertenecen a bosque nativo, 1.294 a bosques cultivados, 8.554 a arbustales y 13.115 a pastizales, cifras que podrían reducirse a su mínima expresión sólo con un poco de precaución.
En 2008, el hombre quemó 26 mil hectáreas. El 55 % se debió a negligencias como tirar cigarrillos encendidos.
Sucede que sólo el 5 por ciento de los incendios, es decir menos de 1.400 hectáreas, se debieron a causas naturales, mientras que en el 95 por ciento de las catástrofes restantes, el hombre tuvo una intervención directa, aunque no siempre intencional.
De acuerdo a lo explicado por la jefa del Subprograma de Gestión Ambiental de la Subsecretaría de Defensa Civil, Natalia Rangeón, del total de incendios provocados, el 55 por ciento es consecuencia de negligencias como arrojar colillas de cigarrillos, realizar fogatas en zonas no autorizadas o simplemente tirar una botella de vidrio, ya que ésta actúa como lupa y provoca incendios.
Aunque parezca increíble, el 45 por ciento restante de los incendios son intencionales, siendo la gran mayoría iniciados por "niños que, a modo de juego, deciden prender fuego a unas hojas secas y se termina descontrolando”.
Contrariamente a lo que señala el imaginario popular, la quema de pastizales no genera una gran proporción de incendios. "La limpieza de baldíos y pastizales es buena, siempre y cuando se realice bajo determinadas condiciones”, explicó el jefe de Operativos de la Subsecretaría de Defensa Civil, Lucio Ganami, para quien, antes de iniciar el fuego, deberían comunicarse con Defensa Civil a fin de que puedan recibir ayuda. "Desde acá calculamos el índice meteorológico, los riesgos y evaluamos el escenario en el que se va a producir la quema para que nadie corra peligro”, precisó Rangeón.

Casi la mitad
Es sabido que durante los meses comprendidos entre junio y noviembre se producen la mayoría de los incendios, dadas las características climáticas que presenta la provincia de Salta.
Durante 2008, en la capital salteña se quemaron cerca de mil hectáreas. Así, durante 2008, agosto y septiembre se convirtieron en los meses de mayor actividad en la capital salteña concentrando el 83 por ciento de las igniciones.
En lo que va de 2009, el fuego ya arrasó con 400 hectáreas, 200 de las cuales fueron devastadas el lunes pasado en los campos militares ubicados en la zona norte de la ciudad. "Por ahora estamos dentro de los parámetros normales para la época, pero todavía falta que transcurra todo agosto y septiembre”, precisó Ganami.

Consecuencias
Son muchas las consecuencias que se derivan de un incendio forestal. Además de los enormes daños medioambientales que se originan por la destrucción de la cubierta vegetal, la muerte o huida de miles de animales, la pérdida de suelo fértil y el avance de la erosión, las consecuencias sociales y económicas son importantes.
Después de un incendio, se produce la pérdida de importantes recursos naturales directos e indirectos: se trata de productos maderables, leñas, corcho, resinas, frutos, pastos, caza y pesca. Además, desaparecen importantes beneficios ambientales tales como las funciones protectoras del monte y la pérdida de valores recreativos, lo que representa importantes pérdidas económicas.
"Por otra parte, en el proceso de combustión de la materia orgánica, se desprenden dióxido de carbono, metano y partículas sólidas en suspensión.
Estas emisiones contaminantes producen daños ambientales evidentes, contribuyendo al efecto invernadero y, por tanto, al cambio climático”, precisó la ingeniera Rangeón.

Consejos útiles
Si vive en una casa de campo o en una urbanización :
-Las chimeneas de las casas deben llevar matachispas.
- No quemar hojas u otros restos sin autorización y siempre evitando los días de viento y la época de peligro de incendios.
- No tirar las cenizas hasta estar seguros de que estén totalmente apagadas y frías.
- Recuerde que las líneas de suministro eléctrico deben ir por fajas cortafuegos de 3 metros de ancho, limpias de vegetación y sin que ésta se aproxime a los cables.
Solicite su limpieza a la compañía suministradora o denuncie aquellas situaciones de riesgo que detecte en la zona donde vive.
- Evitar los basureros eventuales e incontrolados.

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