Santiago: fauna en la mira de una red de tráfico

La fauna autóctona santiagueña, en la mira de una red de tráfico de animales

Fecha de Publicación: 08/01/2010
Fuente: Diario C
Provincia/Región: Santiago del Estero


Mercado. Los pájaros y tortugas santiagueños se venden en otras provincias hasta $200 por unidad. Las autoridades locales interceptaron cargamentos ilegales de animales por valor de cientos de miles de pesos en el último año. El peligro de las enfermedades y de la alteración de ecosistema.
Los pájaros y tortugas santiagueños se venden en otras provincias hasta $200 por unidad Las autoridades locales interceptaron cargamentos ilegales de animales
La diversidad de la fauna silvestre santiagueña ha puesto a nuestra provincia en el centro de una cadena de venta ilegal de aves, reptiles, y mamíferos, además de sus productos y subproductos. El miércoles pasado, la detención de un santiagueño que viajaba rumbo a Rosario con un enorme cargamento camuflado de centenares de pájaros y tortugas en la bodega de un colectivo de línea, reavivó el alerta por el tráfico de fauna.
“Recibimos una denuncia anónima de que en la bodega de un colectivo que había parado en Rafaela venía un cargamento repleto de animales”, explicó a EL LIBERAL personal de la delegación de Gendarmería de esa ciudad santafesina. “Nos hicimos presentes en el lugar, y efectivamente se trataba de un ciudadano de Santiago del Estero que los trataba de llevar a Rosario en el micro”, explicaron desde Gendarmería.
En total, el hombre cargaba 130 tortugas de tierra, - varias de ellas iban ya muertas - y 40 aves, entre ellos cardenales, reina moras y jilgueros. Las había metido en varias cajas e intentaba sacarlas a escondidas para su venta en Rosario. Fue descubierto cuando el colectivo hizo su parada en horas del mediodía.
“Después del tráfico de drogas, y el tráfico de armas, el de animales es el más rentable a nivel mundial”, advirtió el director de Fauna de la provincia, ingeniero Jorge Goles. Es que el caso del santiagueño que buscaba hacer pasar los animales hacia Rosario, y que finalmente quedó detenido en esa ciudad, es apenas uno más de una extensa cadena que mueve cientos de miles de pesos a partir del robo de animales de la fauna autóctona. Sólo en el último año, la Dirección de Fauna encontró en sus inspecciones 12 cargamentos de pájaros. Cada uno de ellos contaba entre 150 y 200 aves de distintas especies y variedad.
“Hay una cadena que mueve mucho dinero - explicó Goles - la persona que caza los pájaros recibe entre cinco y diez pesos por unidad, luego en forrajerías y puestos de la ciudad los venden a precios que oscilan entre los 40 y 80 pesos, y a medida que se alejan aumenta su valor, en Capital Federal se venden hasta por 200 pesos cada uno”.
A esto hay que sumarle el tráfico de mamíferos y de reptiles. Cueros de guasuncha y plumas de suri son los productos ilegales de mayor salida, según los hallazgos de la Dirección de Fauna.
Mientras tanto, las tortugas, iguanas y aves cantoras salen vivas para ser vendidas como mascotas.
“Los productos y subproductos, ya sean animales muertos, plumas, cueros, tienen que tener su correspondiente guía, y autorización”, remarcó Goles.
La prohibición de la venta sin control de este tipo de animales está planteada en la ley provincial 4.802, que hace específico en sus artículos 50 al 59 el impedimento de la caza de los pájaros insectívoros y cantores, y de otros animales como el tatú-carreta, el yaguareté y la lampalagua. Algunos de éstos ya están amparados en el marco de la Ley Nacional de Protección de Fauna Nº 22.441, que además establece duras penas que llegan a la prisión, para aquellas personas halladas responsables del delito de la venta ilegal de animales.

Ambiente y salud
Las causas por las que se prohíbe este tipo de ventas son varias. En primer lugar, para evitar que se altere la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
Es que la presencia o ausencia de distintas poblaciones de animales puede cambiar la composición y el orden de un ecosistema determinado. Por ejemplo, el oso hormiguero es un consumidor de termitas y hormigas, y su ausencia puede originar una exagarada población de insectos, que alterarían el equilibrio de los ecosistemas comiendo plantas u otros vegetales. Otro ejemplo es el del puma, que puede regular una formación de un cierto tipo de roedores, de algún tipo de ratas o cuises, y que si éste no los come, pueden proliferar y generar problemas a la agricultura o acarrear enfermedades.
Justamente el de las enfermedades es el segundo punto por el que la venta ilegal de animales es peligrosa, ya que al no estar revisados ni autorizados por las entidades competentes, hay animales que pueden transmitir diversas afecciones a los humanos (ver recuadro).
Y sin embargo, la red de tráfico de animales sigue operando. El guardafauna santafesino Juan Martín Mastropaolo, que fue citado al lugar donde se encontró al santiagueño con las aves y tortugas para revisar su estado, dijo que “luego de labrar las actas correspondientes se procedió a liberar las aves en cercanías de la ciudad de Esperanza”. Las tortugas, mientras tanto, serán liberadas en las próximas horas en una zona limítrofe con Santiago, aún a definir.
El tránsito de animales vivos de la fauna autóctona está prohibido, salvo aquéllos que sean animales de criaderos, o estén anotados en el Registro de Fauna, con los controles y autorizaciones correspondientes.
La venta del cuero de iguana es el único comercio permitido libremente en la provincia. Se trata de una actividad muy común y rentable, sobre todo para las familias de zonas rurales que viven de esta.

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