Argentina es el cuarto productor de biodiesel

Argentina se convirtió en el cuarto productor mundial de biodiesel

Fecha de Publicación: 21/03/2011
Fuente: La Capital
Provincia/Región: Nacional



Argentina juega cada vez más fuerte en el mercado internacional de biodiesel, donde con una producción de más de un millón de toneladas por año ya es el cuarto productor mundial. Así se desprende de un informe elaborado por la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), que destaca que la industria nacional de biocombustibles elaborados en base al aceite de soja creció exponencialmente desde el año 2006.
A esto se le suma una previsión de más de tres millones de toneladas de capacidad instalada para finales de 2011, un volumen que permitirá cubrir el creciente mercado interno y reforzar las exportaciones a Europa, gran demandante de energías limpias.
Millonarios. Según las cifras suministradas por la Cader, Argentina ya forma parte del “club de los millonarios”, que son los países que elaboran más de un millón de toneladas de biocombustible por año, lo que le permitió pasar del quinto al cuarto lugar entre los exportadores. El top five de los grandes jugadores está encabezado por Alemania, que si bien sigue siendo de lejos el mayor productor mundial, redujo un 10% su producción en 2009, con un total de 2,5 millones de toneladas.
Francia, líder en energía no fósil, sigue siendo uno de los mercados más eficientes del mundo en términos de biodiesel, con un mercado sólido y uno de los índices de producción más altos del planeta. Su producción creció un 8% y roza los dos millones de toneladas, lo que lo ubica como segundo proveedor del mundo.
La gran perjudicada del año, sin duda, fue la industria de los Estados Unidos, que con 1,68 millones de toneladas producidas en 2009 quedó relegada a la tercera posición. Brasil, en pleno proceso de consolidación como gran potencia mundial, se mantuvo como cuarto productor con 1,4 millones de toneladas en 2009, para escalar al tercer lugar el año pasado, un dato que refleja el crecimiento sólido de su mercado nacional de biodiesel. Es que los vecinos aún no exportan.
Argentina, destaca el trabajo, mantuvo el quinto puesto mundial en 2009 y trepó a la cuarta posición el año pasado, con un aumento de la producción de un 31% para completar 1,2 millones de toneladas.
Dentro de las ventajas competitivas que tiene la industria nacional de biocombustibles, se destaca el tamaño de sus plantas, que en promedio figuran entre las más grandes del mundo: “Argentina tiene factorías con más del 108.000 toneladas en promedio, mucho más que las 89.000 toneladas promedio europeas, y las 70.000 toneladas de Brasil”.
Inversiones. La doble salida del biocombustible local, que alimenta tanto la creciente demanda mundial como la también ascendente demanda interna, llevaron a que apareciera una “segunda ola” de inversiones para ampliar capacidades. Según detalla el informe de la cámara, sólo en los últimos meses del año pasado se anunciaron obras para poder producir unas 460.000 toneladas adicionales de biodiesel.
Cargill, uno de los productores de etanol de maíz y de biodiesel más importantes de Estados Unidos, anunció la construcción de una planta en Santa Fe, que con una producción anual estimada de 240.000 toneladas estiman estará lista para el último trimestre de este año.
En el frente interno, la decisión del gobierno de Cristina Fernández de ampliar el corte obligatorio de biocombustibles en los gasoil tradicionales colaboró mucho para afianzar una red de industrias pequeñas y medianas. La proporción de combustibles de origen vegetal en los de origen fósil ya llega al 7% (B7), y el objetivo oficial es ampliarlo al 10% (B10) a lo largo de este año.
Según el estudio, la medida adoptada por la administración kirchnerista “impulsa la actividad agroindustrial, generando valor agregado en las materias primas producidas en el territorio nacional y diversificando la matriz energética”. Esto sirve además para reducir la necesidad de importar gasoil contaminante y el uso de divisas.
De paso, les tendió una mano a las aceiteras cuando a mediados del año pasado China suspendió las compras de aceite de soja.”La ampliación a un B7 dejó en claro al mercado el compromiso del ministerio de Planificación y de la autoridad de aplicación de continuar reduciendo las importaciones de gasoil, diversificando la matriz energética, e incrementando el uso de energías renovables en general”, estipula el documento.

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