Santa Fe: "duermen" proyecto sobre fumigaciones

Cayó el proyecto de ley para que se limite el uso de agroquímicos en la provincia

Fecha de Publicación: 04/07/2011
Fuente: NotiPress
Provincia/Región: Santa Fe


Luego de tener en estudio durante 12 meses la media sanción que venía de Diputados, la Cámara de Senadores de Santa Fe no trató los cambios a la ley de fitosanitarios y perdió estado parlamentario
Hace justo un año, la Cámara de Diputados de la provincia daba media sanción a la ley que limitaba el uso de agroquímicos. El proyecto, ampliamente discutido durante los meses que siguieron, perdió estado parlamentario porque después de transcurrir 24 meses de ser presentado en la Legislatura (fue en 2009) nunca salió de la comisión de Salud del Senado. De esa manera, los santafesinos siguen presos de las consecuencias que a la salud le puede provocar el boom del monocultivo.
En tal sentido, algunos legisladores provinciales y entidades medioambientales se mostraron decepcionados por la falta de tratamiento que tuvo la polémica iniciativa, y este fin de semana cruzaron información para comenzar a reflotar el tema. Por ejemplo, el diputado de Pares-FPCyS, Antonio Riestra, dijo que “es difícil consensuar un texto que conforme a todos”, pero advirtió que “peor es no cambiar la vieja ley de fitosanitarios”, que quedó relegada por las propias derivaciones del modelo productivo.
También, varias organizaciones santafesinas –como el Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat)– que desde hace años denuncian el uso intensivo y desmedido del glifosato iniciaron conversaciones con instituciones que abordan la misma problemática en Córdoba y en Entre Ríos. La idea es conformar un frente común en la Región Centro, donde la soja tiene una importancia suprema en la economía, para trabajar sobre esa falsa dicotomía que separa a la salud pública de la rentabilidad.
Es de recordar que la norma que perdió estado parlamentario en el Cámara alta, de mayoría justicialista, establecía límites físicos (distancias) y legales más claros en cuanto a la utilización de agroquímicos. Entre otras cosas, prohibía la aplicación aérea de glifosato dentro de los 1.000 metros del límite de la planta urbana y su aplicación terrestre dentro de los 500 metros de la misma, de las escuelas rurales, de parques industriales, de complejos deportivos y cursos de agua.
Al respecto, Riestra aclaró que el mencionado proyecto era una síntesis de lo posible y no de lo ideal, pero así y todo constituía un avance real en materia sanitaria. “Este modelo productivo está signado por las condiciones del mercado”, indicó el legislador del oficialismo, y recalcó que hoy la producción está presa de la alta rentabilidad que tiene el monocultivo, situación que la Nación tampoco desalienta.
Por lo pronto, en la actualidad el glifosato es considerado como un producto de Banda Verde (“probablemente no presente riesgos agudos en las condiciones normales de uso”) por los organismos nacionales –como el Conicet– que deben determinar la toxicidad. No obstante, son innumerables los especialistas que manifiestan que se trata de un producto de Banda Roja (“productos muy peligrosos y muy tóxicos”).
En julio de 2010, apenas llegó al Senado la media sanción que proponía limitaciones a los agroquímicos, diversos actores vinculados con la producción de soja comenzaron a presionar para que la norma –en caso de salir– sea más flexible a los intereses de mercado. En aquella ocasión, entre otras situaciones que se produjeron, la Sociedad Rural de Rosario planteó a los legisladores que el proyecto dejaba “sin protección al sector (agropecuario)” y pidió que “las decisiones se tomen en base a estudios científicos”.
Luego de varias reuniones de trabajo que tuvieron los senadores, donde escucharon las distintas posturas que existen sobre la utilización de los agroquímicos, el tema comenzó a diluirse entre las prioridades legislativas. Tal vez la última noticia de la ley de fitosanitarios y su discusión fue en septiembre del año pasado, cuando integrantes del bloque justicialistas se entrevistaron con productores sojeros de Las Rosas.
En esa oportunidad, el entonces jefe de la bancada del PJ, Ricardo Spinozzi, dijo a los presentes: “Ésta es la continuidad de una serie de encuentros que venimos sosteniendo en toda la provincia con personas relacionadas a la producción, con entidades, con organizaciones preocupadas por el medio ambiente y vecinos que quieren opinar, porque somos conscientes de que es un tema en el que hay opiniones diversas y por eso queremos escucharlas a todas, sin excepción”. Luego de ello, el proyecto no se reflotó más.
Pero además desde el propio Ejecutivo santafesino aparecieron algunas barreras. También en septiembre último, el ministro de la Producción de la provincia, Juan José Bertero, admitió sus “reparos” a la norma que estaba en estudio y desparramó un poco de culpas a los municipios y comunas, ya que en esa fecha dos tercios de las localidades no habían definido sus respectivas líneas agronómicas, que es donde se determinan las distancias para sembrar y fumigar, entre otras cosas.
Finalmente, dos años después de presentarse la iniciativa en Diputados, un año después de tener media sanción en esa Cámara, ahora el tema duerme en un cajón del Senado.

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