Remaron para recuperar el Riachuelo

Remaron para recuperar el Riachuelo

Fecha de Publicación: 27/11/2011
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Capital - Buenos Aires



Son las 10 y en el Yacht Club Puerto Madero una coordinadora vocifera: “¡Necesito a dos que sepan remar y uno que no!”. Debe distribuir a 300 personas en 130 botes, entre chanchas para ocho, pares, triples y kayaks. El plan es remar 9 kilómetros, esta es la 6° Remada x el Riachuelo, organizada por la Fundación X La Boca para recuperar el río.
Andrea Lucero (32) regresa con dos pasajeras. “Son muy pesadas, nos vamos a dar vuelta –avisa–. Este bote es para dos y no me dan los brazos para llevarlas”.
Clarín aprovecha la vacante para el paseo. Hace dos años que Lucero rema para relajarse del stress: es ayudante de anestesista. Compara: “Cuando remo presto la misma atención que cuando estoy en un quirófano. El remo sirve para desarrollar los sentidos”. Es la primera vez que va a adentrarse en el Riachuelo.
Los botes esperan bajo el Puente de la Mujer. En la largada, decenas se entrecruzan en una regata en la que todos serán ganadores. Los sobrepasa una lancha, saluda Juan José Mussi, el secretario de Medio Ambiente, quien debe ocuparse del saneamiento.
Desde el primer puente, un borracho grita. Desde el siguiente, un hombre baja una bolsa atada con piolín hasta un bote de remeros muy precavidos: en la bolsa hay bebidas heladas. Con 30 grados de calor, son la envidia de muchos.
Desde el agua, Puerto Madero vuelve a ser un puerto, rodeado de rascacielos y docks devenidos en restaurantes. Hasta que las bandadas de biguás se vuelven más numerosas y aparecen los primeros bagres nadando cerca de la superficie. Tras un giro, se llega a Dársena Sur e impresionan los dos barcos del Casino de Puerto Madero y enormes cargueros amarrados. Y los bagres reaparecen pero están muertos, flotando panza arriba entre un preservativo y tapitas de gaseosas. Ya es el Riachuelo.
El viejo puente Transbordador de La Boca depara dos sorpresas. Una es la murga “Los Amantes de La Boca”, que actúa sobre una barcaza. La otra es el Riachuelo en sí mismo. Casi no se ve basura flotando y el agua, aunque se vuelve más oscura y sin vida, tiene aspecto de río. Ya no es de color negro apetrolado. A la izquierda está la Isla Maciel y hay que maniobrar con cuidado, esquivando los botes que cruzan a sus habitantes.
Más adelante, Lucero se esfuerza más para remar, porque el agua está cada vez más densa y huele a podrido y a químicos. “Es pesada. Qué lástima: el Riachuelo sería hermosísimo si estuviera limpio”, comenta. A la izquierda hay industrias. Y a la derecha, asentamientos: los chicos saludan.
Nueve kilómetros después, el Club Regatas de Avellaneda da la bienvenida con choripanes. También esperan Mussi y su hijo Patricio, intendente de Berazategui, y los de Lanús, Darío Díaz Pérez, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Y el juez federal de Quilmes, Luis Armella, quien debe controlar que ellos cumplan la orden de la Corte y saneen el Riachuelo. Lucero, la remera, pasa del choripán, pero se va feliz con su medalla que dice: “Yo remé por el Riachuelo”.

0 comentarios:

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs