Que pasaría en Argentina si se incumple el Acuerdo de París



Qué pasará en Argentina si no se cumple el Acuerdo de París

Fecha de Publicación
: 18/11/2017
Fuente: La Voz del Interior
Provincia/Región: Nacional


Olas de calor, inundaciones y sequías serán los mayores efectos de un planeta caliente. ¿Cómo afectará esto a las personas, a la agricultura y a otros sectores socioeconómicos?
Durante estos días, se discute en Bonn (Alemania) la letra chica del Acuerdo de París. Este tratado internacional, firmado en 2015, quiere evitar un aumento de la temperatura media global de más de 2° respecto del inicio de la era industrial. El planeta ya registra un aumento de un grado.
El planeta se calienta por el efecto invernadero. La presencia de dióxido de carbono y otros gases en la atmósfera incrementan este fenómeno. El ser humano sigue enviando estos gases a la atmósfera cuando quema combustibles fósiles, desmonta o cría ganado.
El riesgo de que el acuerdo no se cumpla es alto porque los países presentaron compromisos voluntarios de reducción de estos gases que no alcanzan. La cumbre de la ONU que se realiza en Bonn (COP23) busca afinar el lápiz para garantizar el cumplimiento e impulsar una mejora en los compromisos.
Los investigadores ya observan cambios en el clima del país en los últimos 50 años: una mayor frecuencia de olas de calor en el norte y el este del país, una disminución de las heladas en la Patagonia, un aumento de las precipitaciones intensas en el centro y en el este, y mayor sequía en el noroeste y en la Patagonia.
¿Qué pasará con Argentina si el mundo no puede cumplir con el Acuerdo de París y siguen estas tendencias? La respuesta puede variar según los escenarios. Para esta nota, se tomará un futuro de mediano plazo (hasta 2050) con alta contaminación.

Inundaciones
Vicente Barros, uno de los mayores expertos de cambio climático de Argentina, asegura que durante los últimos 20 años las frecuencias de las inundaciones han aumentado. Esta tendencia continuará debido a un aumento en la frecuencia de lluvias intensas y a que las ciudades son más vulnerables. El mayor impacto se sentirá en la cuenca del río Paraná.
Argentina tiene el 90 por ciento de su población concentrada en 800 ciudades. La vulnerabilidad a las inundaciones es alta, pero también es relativamente sencillo adaptarse. Barros se plantea por qué todavía no se ha avanzado en planes de adaptación. “Parece que los fenómenos no son vistos como peligrosos hasta que no supera un umbral de daño”, señala. Un ejemplo puede ser lo sucedido con las inundaciones que afectaron las Sierras Chicas en febrero de 2015.
Según un informe del Banco Mundial de este año, las inundaciones son la principal amenaza de Argentina. Representan el 95 por ciento de los costos anuales por desastres naturales o el 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB). “Las obras de infraestructura se están planificando teniendo en cuenta el cambio climático, además de las series meteorológicas históricas. Es una orden del presidente Macri”, asegura Mario Gentile, subsecretario de Cambio Climático de la Nación.

Olas de calor
Una ola de calor se produce cuando se registran tres o más días consecutivos con temperaturas mínimas superiores a los 22° y máximas por encima de los 32°.
Barros analizó el efecto de las olas de calor del verano 2013/2014 en la ciudad de Buenos Aires. Mientras el promedio histórico de personas fallecidas en verano es de 9.500, en esa temporada calurosa la cifra subió a 10.204.
A fines del siglo 21, la temperatura media en Posadas podría ser de 25 grados. Una ciudad casi inhabitable. Las olas de calor se incrementarán en casi todo el territorio nacional.
También impactarán en la distribución de la energía. “Las medidas de adaptación frente a olas de calor comprenden mejoras técnicas en la red de distribución, la generación distribuida y medidas del uso eficiente y gestión de la demanda”, señala un informe del Ministerio de Ambiente de la Nación.

Agricultura
Una de las consecuencias más documentadas de cambio climático en el país es la reducción de los glaciares y de la nieve en Cuyo y el oasis del norte de la Patagonia. Esto ocasionará falta de agua para la vitivinicultura, la fruticultura y la agricultura de las regiones. También afectará la producción de las centrales hidroeléctricas y los centros de esquí.
El cambio climático puede tener un efecto agridulce en la región agrícola núcleo. La soja sería el cultivo más beneficiado y se esperan leves incrementos de la producción de trigo y de maíz. Pero el norte nacional y el cordobés pueden ver reducida su producción “Considerando que las condiciones futuras serían más favorables para la soja, se debería poner especial atención en su forma de producción, evitando su monocultivo, sobre todo en áreas marginales”, indica un informe de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
La frecuencia de las heladas se reducirá, pero podrían aumentar los efectos del estrés por calor y la presión de plagas. Las inundaciones también serán otro problema en los campos.
Enfermedades. Los vectores de enfermedades, como los mosquitos, se extenderán más al sur del país. En la actualidad, cerca de 22 millones de personas están en riesgo de contraer esta enfermedad. La cifra crecerá a 34 millones para el 2050, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Ascenso del mar. En la Bahía de Samborombón (Buenos Aires), el mar se elevó 25 centímetros y se estima que subirá casi un metro para finales de este siglo.

2017, con más calor  y más contaminación
La cumbre en Bonn se negocia entre malas noticias.
Cumbre. La Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU en Bonn (COP23) se extenderá hasta el viernes. El ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman, encabeza la delegación.
Malas noticias. Ayer se conoció que las emisiones de dióxido de carbono crecerán un 2% en 2017, luego de tres años de estar estancadas. La semana pasada, la Organización Meteorológica Mundial indicó que este año estará entre los tres más cálidos de la historia.
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