Concejos en la espera de regular las fumigaciones

Los asambleístas esperan que el Concejo ponga un freno a los agroquímicos

Fecha de Publicación
: 05/04/2018
Fuente: Diario Junio
Provincia/Región: Nacional


A contramano del discurso oficial, representado por el ministro de Agroindustria de la Nación, para quien el glifosato es comparable al ‘detergente de la cocina’ o el ‘mata cucarachas’, los municipios entrerrianos as importantes quieren dictar medidas restrictivas para su uso. No obstante, se topan con la negativa de los sectores que comercializan y utilizan el glifosato. En Paraná se sancionó una ordenanza y el intendente Sergio Varisco la vetó. En Gualeguaychú y Concordia se presentaron iniciativas similares. En Concordia, desde la Asamblea Ambiental se manifiesta que “cuando uno dice no al glifosato, dice no a un montón de contaminantes químicos. Y ahí empieza a chocar con el que vende, el que compra, el que produce”. No obstante, son conscientes de que “así se esté a 1.000 km. fumigando, ese veneno llega a la ciudad a través de los alimentos y lo vas a encontrar en la estantería del supermercado”, según aseguró uno de los asambleístas a DIARIOJUNIO.
Cuando asumió el ministro de Agroindustria de la Nación en noviembre pasado, Luis Miguel Etchevehere, sostuvo: “vamos a continuar con las políticas que está llevando adelante la Argentina, de buenas prácticas en las aplicaciones. Incluso, la palabra agrotóxico es un poco agresiva. Son productos fitosanitarios que se utilizan para mejorar la producción ni más ni menos que de alimentos”.
“En junio del año pasado, 106 premios Nóbel dijeron que el glifosato en sí mismo no causa ningún tipo de daño a la salud humana”, planteó y lo comparó con el detergente de la cocina o el mata cucarachas. “¿Qué tenemos que hacer? Utilizarlo de tal manera que no cause ningún daño a la salud”, expresó, y añadió: “El glifosato bien aplicado es inocuo. Se desactiva cuando toca el suelo”.
En tanto, en agosto pasado, el ministro de Ambiente de la Nación, el rabino Sergio Bergman, tomó la decisión de acortar la distancia mínima para la fumigación con glifosato, que a partir de ahora podrá ser a una cuadra de distancia de viviendas habitadas.
En noviembre del año pasado, el concejal Esteban Benítez presentó un proyecto de ordenanza que apunta a restringir la aplicación de glifosato, sustancia calificada como cancerígena por la OMS, en todo el ejido de la ciudad. De hecho, mencionaba que en Italia se prohibió la utilización del herbicida al igual que en Francia dado que la OMS lo catalogó como un producto cancerígeno. A los efectos prácticos, el edil dijo que en Concordia no hay grandes extensiones de campo. “Se puede usar para los parques como herbicida”, indicó. Pero remarcó que sería  “un paso más con el cuidado de la salud, con la no contaminación y de la ciudad turística que queremos”.
Las dudas respecto del cumplimiento de la normativa en caso de ser sancionada son muchas teniendo en cuenta, por ejemplo, las dificultades que generó la aplicación de la prohibición de la pirotecnia en la ciudad. Luego de ser sancionada, la ordenanza no fue tenida en cuenta y se arrojó pirotecnia en varios eventos. No obstante, lo primero es ser ratificada en el recinto para luego sí exigir su acatamiento.
Hilda González, integrante de la Asamblea Ambiental de Concordia, indicó que la comisión de trabajo está considerando la normativa y trabajando sobre la misma. “Cada uno lo ve como una realidad, como una verdad”, indicó.
Pero González señaló que hay muchos frentes abiertos que se deben considerar. “Cuando uno dice no al glifosato, dice no a un montón de contaminantes químicos. Y ahí empieza a chocar con el que vende, el que compra, el que produce”, señaló.
Oscar Villanova, integrante de la Asamblea, mencionó que el martes se reunieron con el Concejo en comisión donde estaban ediles del oficialismo y la oposición. “Nos convocaron para escuchar nuestro debate sobre este tema. De manera que algunas cosas pudimos decir. Creo que fueron muy respetuosos y tuvieron la atención de escuchar nuestra postura”, dijo.
Ese día también estuvo presente un grupo de ingenieros agrónomos aunque no en representación del Colegio de Ingenieros Agronomos sino en forma particular. “Ellos expusieron los suyo también. Por supuesto, en la misma orientación que nosotros que tenemos de decirles no a los agrotoxicos porque es un veneno”, dijo Villanova.
“Uno cuando se mete en el tema, así se esté a 1.000 km. fumigando, ese veneno llega a la ciudad a través de los alimentos y lo vas a encontrar en la estantería del supermercado. En ciudades como San Salvador, donde está intercalada la ciudad con la industria, están los silos, y donde se trasvasa ese cereal, el polvillo es altamente contaminante porque contiene todos esos tóxicos”, añadió el asambleísta. “Esperemos que pronto se legisle; en general había consenso entre los ediles con matices”, dijo.

Paraná
El 30 de noviembre pasado, el Concejo Deliberante de Paraná prohibió la comercialización y aplicación del glifosato en el éjido de la capital entrerriana. El proyecto aprobado en Paraná, presentado por la concejal Claudia Acevedo (Cambiemos), “prohíbe la utilización, comercialización, circulación y aplicación de cualquier tipo de producto químico o biológico de uso agropecuario, destinado a la fumigación o la fertilización que contenga glifosato y agroquímicos derivados, con el objeto de asegurar la protección de la salud humana y el medio ambiente”.
La medida también condena “la limpieza de todo tipo de maquinarias y equipos utilizados para la aplicación de productos químicos o biológicos de uso agropecuario que contengan glifosato y agroquímicos derivados, como asimismo el tránsito de máquinas de aplicación de dichos productos que no se encuentren descargadas y perfectamente limpias”.
Pero a principios de febrero de este año, el intendente de Paraná, Sergio Varisco, decidió vetar una ordenanza que de haber entrado en vigencia colocaba a la capital entrerriana a la vanguardia de la lucha ambientalista por su carácter ampliamente restrictivo en cuanto al uso, venta, almacenamiento y transporte del agroquímico.

Gualeguaychú
A fines de noviembre pasado, el equipo de investigadoras realizó la presentación de un Informe Epidemiológico sobre cáncer en la ciudad y Martín Piaggio, secretario de Desarrollo Social municipal, anunció dos proyectos de ordenanza para la ciudad: una que prohibiría las aplicaciones aéreas y reglamentara el uso de agroquímicos y, otra, que prohibiría el almacenamiento, la comercialización y el uso de glifosato dentro del ejido local.
Pero se alzaron voces en contrario. En febrero pasado, el presidente de la Sociedad Rural Gualeguaychú, José Colombatto, se mostró en desacuerdo con la prohibición del agroquímico de "un día para el otro", pero aclaró que se debe controlar y castigar el mal uso, y que desde la entidad no se defenderá a aquellos que dejan "mal parado" al campo.

La Justicia
En enero pasado, el fiscal federal Fabio Canda, de la Fiscalía N° 8 de la Ciudad de Buenos Aires, pidió detener la aplicación de agrotóxicos -tanto aérea como terrestre- y la comercialización de semillas transgénicas en todo el país. “Si está demostrada su toxicidad tanto para humanos como para animales, ¿porqué semejante tiempo de espera en su prohibición?”, se preguntó el fiscal, según publicó Página 12.
Para el fiscal no hay dudas sobre la relación entre la creciente contaminación con estas sustancias de las zonas agrarias con los “mayores porcentajes de niños nacidos con malformaciones congénitas y abortos espontáneos en Misiones y Chaco”, algo que las organizaciones ambientalistas vienen denunciando desde hace años.
Según datos de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, el cáncer es la primera causa de muerte en las zonas agrícolas de la Argentina. Y allí mismo los nacimientos de niños con malformaciones crece exponencialmente. Por ejemplo, la media nacional es 1,6 por ciento cada mil niños nacidos; en Río Cuarto, Córdoba, es el 4 por ciento.

Rosario
El 1° de diciembre pasado, dos semanas después de haberse en Rosario prohibido la utilización del polémico herbicida Glifosato, el Concejo Municipal dio marcha atrás con esa decisión. Fue en el marco de una sesión con ribetes de escándalo y horas después de que la plana mayor de las entidades agropecuarias reclamara en el Palacio Vasallo la modificación de la norma. La plana mayor de las entidades agropecuarias había desembarcado allí para decirles a los ediles que "les faltaba información" y que la ordenanza debía ser revisada. Según explicaron, la norma que ahora se intentará modificar va en contra de la historia y el presente económico de la ciudad, asociada "en todo el mundo" con la actividad agropecuaria, y que sobre todo "carece de rigor científico", según publicó La Capital.
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